Hace poco le dimos la bienvenida al invierno y, con ello, comenzamos a adaptar nuestra rutina a la estación más fría del año.
En casa preparamos comidas más calentitas, sacamos los guantes y el gorro del armario… ¿Pero qué ocurre con nuestra piel?
Estamos acostumbrados a cuidarla muy bien en verano para protegerla del sol, pero lo cierto es que, en invierno, debemos tener en cuenta otros aspectos para mantenerla siempre hidratada.
Por eso, en este post vamos a explicarte 4 cuidados para la piel en invierno que debes tener en cuenta.
Toma nota porque vamos a enfocarnos en los más peques de la casa, pero todos los consejos son igual de válidos para los adultos.
¡Empezamos!
Aunque todos debemos tener especial cuidado con la piel en invierno, en el caso de los niños esto se multiplica.
Especialmente desde el nacimiento hasta los 3 años, los bebés necesitan unos cuidados de higiene muy específicos.
La piel es el órgano más grande del cuerpo, y su salud como adultos depende de la protección que le demos en nuestros primeros años de vida.
¡Si quieres tener una piel radiante durante este invierno y ayudar a que tus hijos también la tengan, no te pierdas estos 4 consejos que vamos a darte!
Sabemos que el invierno es el momento ideal para pasar momentos en casa y resguardarnos del frío con la chimenea, la calefacción o una buena mantita.
Por eso es muy importante que, cuando salgamos a la calle, mantengamos calentitas las partes más sensibles de nuestro cuerpo.
Abrigarnos bien no solo evitará que nuestro pequeño coja frío o se resfríe; también estaremos ayudando a que la piel no se reseque y aparezcan rojeces.
Debemos prestar especial atención a las orejas, las manos y los pies.
Estas son las zonas por las que se escapa el calor de nuestro cuerpo, por eso es muy buena idea llevar siempre con nosotros un gorro, orejeras, manoplas o guantes.
A los adultos también nos ayudará este consejo si somos propensos a tener sabañones o heridas en las manos causadas por el frío.
En ese caso, una buena recomendación es llevar siempre crema hidratante o de manos encima.
El rostro es una de las partes del cuerpo que más sufre los cambios de temperatura.
Con el frío, hay pieles que tienen tendencia a las rojeces o la sequedad. Con estas debemos ser especialmente cuidadosos.
La cabeza y las orejas pueden estar abrigadas si utilizamos orejeras o un gorro, como hemos explicado en el punto anterior.
Sin embargo, otras partes importantes de la cara quedan desprotegidas, como los labios y las mejillas.
La piel de estas zonas es susceptible de agrietarse, resecarse y en ocasiones incluso se pueden producir pequeñas heridas.
¡Seguro que a veces te gustaría llevar un gorro facial para tener la cara calentita!
No sabemos si se inventarán algún día, así que de momento te dejamos estos consejos:
Ya hemos visto lo importante que es mantener la piel hidratada y protegida cuando salimos de casa y nos exponemos al frío.
Pero lo cierto es que el cuidado empieza desde dentro de casa, ya que es donde realizamos la mayor parte de nuestra rutina facial y corporal.
El momento del baño es muy importante para esto.
Cada parte cuenta, así que vamos a hacer un repaso de las recomendaciones a seguir.
Empezamos con la temperatura del agua.
Sabemos que en invierno nos gusta bañarnos con agua calentita para quitarnos el frío, pero esta idea no es buena para bañar a nuestros pequeños.
El agua demasiado caliente hace que se pierda la lubricación que tienen los niños de forma natural. Además, tampoco es recomendable darles un baño demasiado largo.
Lo ideal es un baño al día, con agua templada y secando muy bien al pequeño cuando terminamos.
En cuanto a productos, hay que utilizar aquellos que sean hidratantes y a ser posible 100% naturales, que nos ayuden a mantener la piel protegida cuando nos exponemos al frío.
Por último, ya sabes lo importante que es hidratar la piel después del baño y una vez el peque ya está seco.
Nosotros recomendamos utilizar un aceite específico para la piel de los niños y aprovechar este momento para realizar un masaje hidratante.
Normalmente prestamos mucha atención a la protección solar en verano. Y hacemos bien, ya que es el momento del año en el que más nos exponemos al sol.
Sin embargo, no podemos pensar que en invierno la radiación solar no existe.
Aunque no lo creamos, el sol nos acompaña todos los días cada vez que salimos a la calle, aunque haga frío o esté nublado.
Recuerda que la piel (especialmente la de los pequeños) tiene memoria.
Un mal cuidado en este aspecto puede producir manchas, envejecimiento prematuro o incluso enfermedades de la piel a largo plazo.
Por eso, no debemos olvidar la protección solar también en invierno.
Solo es necesario tener un par de indicaciones en cuenta, como tapar la cabeza del pequeño con un gorro y utilizar protección solar en la piel, rostro y labios.
¡Cada año las radiaciones solares son más agresivas en invierno, tenlo en cuenta!
Estas han sido nuestras 4 recomendaciones para cuidar la piel de toda tu familia durante el invierno.
Tus hijos están en el momento de desarrollo y que crezcan con una piel sana, hidratada y protegida depende de ti.
Si desde pequeños los educamos en seguir una buena rutina de cuidado de su piel, no tendrán problema de seguirla cuando sean adultos.
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Esperamos que estos consejos te hayan servido.
¡No tengas duda de que escribiremos otro artículo con la rutina de verano!
Hasta pronto.
