Cuando tenemos un peque en casa, uno de los aspectos de su salud por los que más nos preocupamos es la piel.
Los primeros años de vida de un niño son cruciales para su desarrollo.
Y, como siempre decimos en Blumma, los cuidados que les demos hoy van a determinar su salud como adultos mañana.
Por eso, la rutina del baño que se repite cada día merece una atención especial.
Tanto los cuidados de higiene que hagamos como los productos que utilicemos, influyen en que el niño crezca con una piel sana e hidratada… O todo lo contrario.
En este post hemos decidido centrarnos en un producto esencial en la rutina de baño: el champú.
Encontrar un buen champú natural para niños es la preocupación de muchos padres, pero puede convertirse en una odisea si no sabemos qué estamos buscando exactamente.
Hoy te enseñamos las 3 claves (más una extra) para encontrar el mejor champú natural para niños.
Toma nota, que te las contamos ya.
¿Cómo es el mejor champú natural para niños? 3+1 claves para identificarlo.
Nuestra misión es que aprendas a identificar cuál es el mejor champú natural para niños que puedes encontrar en el mercado.
Normalmente compramos los productos que nos recomienda algún familiar, pediatra o revistas especializadas.
Sin embargo, en Blumma queremos darte las herramientas para que sepas qué beneficios debe aportar el champú a tu hijo, y que tú seas la persona que decide cuál comprar.
La información es poder y sabemos que puede ser muy difícil diferenciar entre lo que es cosmética natural y lo que no.
Por eso, aquí tienes 3+1 aspectos que debes mirar a la hora de elegir un buen champú natural para niños.
#1 Es un champú específico para niños
Lo primero que debemos buscar es que el producto sea específico para niños o bebés.
Aunque a simple vista el champú de los adultos parezca igual al de los pequeños, sus componentes son muy distintos.
Ya sabemos que, en sus primeros años de vida, los niños tienen una capa que protege el cuero cabelludo y debemos cuidarla muy bien para que no desarrollen enfermedades cutáneas.
El champú infantil no solo está preparado para cuidar esa capa, sino que además ayuda a regular la grasa, evita picores en los ojos y fortalece el cabello.
Utilizar un champú para adultos, por muy bueno que sea, sería un error.
Por lo tanto, aspecto fundamental es que el champú esté pensado específicamente para niños.
#2 Es un champú testado en pieles sensibles
Dentro de que la piel de los pequeños es más sensible que la de los adultos, hay cabecitas con las que tenemos que tener más cuidado aún.
Muchos niños son propensos a desarrollar rojeces, irritaciones o incluso dermatitis atópica.
Si es el caso de tu pequeño, debes saber que aquí no todo vale.
De hecho, algunos de los champús que se venden en supermercados y grandes almacenes, son los que resecan la piel y producen estas irritaciones.
Utilizando un champú específico para pieles sensibles, podemos evitar que aparezcan, y las aliviamos en caso de que lo hagan.
¿Cómo saberlo?
Normalmente, en la etiqueta se indica si está testado dermatológicamente en pieles sensibles y/o atópicas.
#3 Tiene al menos un 99% de componentes naturales
Si estamos hablando del mejor champú natural para niños del mercado, es evidente que uno de los puntos importantes deben ser sus componentes naturales.
Ni que decir tiene que debemos evitar todo producto que contenga siliconas, ftalatos, sulfatos, parabenos o perfumes sintéticos: son perjudiciales para la piel, la resecan y pueden producir enfermedades.
Lo ideal es que al menos el 99% de sus ingredientes sean naturales. Y, si es posible, de agricultura ecológica certificada.
Buscamos un champú que contenga aceites vegetales vírgenes que protegen, hidratan y nutren tanto la piel como el cabello.
Hablamos del aceite de almendras dulces, de albaricoque, de jojoba o de caléndula, entre otros.
Un punto positivo es que el producto esté enriquecido con otros elementos nutritivos como la camomila, vitaminas o el aloe vera.
Este es quizás el aspecto más difícil de saber cuando buscamos cosmética natural.
El consumidor todavía tiene dudas a la hora de elegir un buen producto, ya que existe mucha desinformación y, en ocasiones, publicidad engañosa.
Por eso hemos querido añadir un punto extra a este artículo y enseñarte a leer las etiquetas para identificar todos los ingredientes.
#4 EXTRA: Aprendiendo a leer los ingredientes
Estamos seguros de que tú también te has preguntado alguna vez: ¿por qué la lista de ingredientes es indescifrable?
Sí, lo sabemos.
Antes de crear Blumma, en nuestra búsqueda por encontrar productos de calidad para nuestra hija, nos encontrábamos con las mismas barreras.
Hemos estado en ese lugar y por eso hoy, en nuestras fichas de producto, explicamos los ingredientes en tu idioma para que comprendas exactamente lo que le estás dando a tus hijos.
Como ejemplo te enseñamos los ingredientes del champú infantil relajante de Blumma:
- Agua: aporta hidratación, es esencial para el organismo y potencia los beneficios del resto de ingredientes. Se sitúa el primero de la lista, lo que significa que es el que predomina en el producto.
Los ingredientes están ordenados según el nivel de concentración, de mayor a menor. - Decilglucósido: es un jabón suave derivado del maíz.
- Zumo de aloe vera* que nutre el cabello, protege las capas más sensibles de la piel y aporta brillo.
- Glicerina vegetal: se extrae a partir de aceites naturales y es un principio activo que se utiliza para conseguir hidratar tanto la piel como el cabello.
- Aceites de albaricoque y girasol*, extractos de caléndula*, camomila*.
Los aceites vegetales, además de ser vírgenes y ecológicos, tienen un efecto calmante e hidratante.
La caléndula y la camomila son un antiinflamatorio natural, gracias a su contenido en flavonoides. - Ínula: proviene de una planta y hace que el cabello esté más suave.
- Triglicérido caprílico / cáprico: emoliente derivado del aceite de coco.
- Conservantes naturales: levulinato de sodio, acetato de tocoferilo, anisato de sodio, benzoato de sodio, sorbato de potasio.
- Acetato de tocoferol, un antioxidante natural.
- Ácido cítrico (regulador de pH).
- Aceite esencial de mandarina* que proviene de la propia cáscara de la mandarina. Tiene propiedades calmantes y ayuda a equilibrar el sistema nervioso
¡Ah! Y por si te lo preguntabas: un asterisco significa que es un ingrediente de agricultura ecológica certificada.
Seguro que coincidimos en que esta forma de leer los ingredientes es mucho más fácil que la típica lista en latín que solemos encontrar.
Ahora sabes interpretar mucho mejor las etiquetas y tienes el poder de decidir cuál es el mejor producto para tus hijos.
Ya tienes el retrato robot del mejor champú natural para niños
En este post hemos visto 3 aspectos fundamentales que debe tener un buen champú natural para niños y bebés.
Además, como punto extra, hemos aprendido a leer el listado de ingredientes (llamado INCI) para comprenderlos en nuestro idioma.
Ya tienes las herramientas necesarias para elegir los mejores productos de cosmética infantil para tus peques. Esperamos que te hayan ayudado.
Puedes guardar este post en favoritos para llevarlo contigo la próxima vez que vayas de compras, y aplicarlo a todos los productos que necesites.
Aunque no tienes que irte tan lejos.
En Blumma cumplimos con todos los elementos que hemos explicado hoy, tanto en nuestro champú infantil como en todos los productos de la gama.
- Son específicos para niños y bebés.
- Están testados en pieles sensibles.
- Los ingredientes son 100% naturales y ecológicos.
- No utilizamos siliconas, parabenos ni fragancias artificiales.
- ¡Ah! Y cuidamos del planeta y de los animales.
Si quieres echarle un vistazo a nuestros productos, aquí los tienes.
¡Te esperamos la próxima semana para seguir aprendiendo sobre cosmética natural!