La piel atópica o dermatitis es una enfermedad cutánea que afecta al menos a un 20% de los niños y bebés.
Miles de familias sufren los picores, irritaciones y llantos que produce, pero muy pocas conocen realmente esta afección de la piel.
Si tienes algún caso cercano, estamos seguros de que te has preguntado: ¿qué es la piel atópica realmente? ¿Por qué afecta a algunas personas y a otras no? ¿Tiene un tratamiento?
Después de hablar sobre cómo elegir la mejor crema hidratante para piel atópica, hoy queremos profundizar un poco más.
En este post vamos a contarte qué es la piel atópica, cuáles son las causas y cómo tratarla.
¿Qué es la piel atópica?
La piel atópica, también llamada dermatitis o eccema atópico es realmente una enfermedad de la piel.
Se caracteriza por una sequedad extrema, acompañada de forma frecuente por irritaciones, rojeces y picores muy intensos.
En los casos más graves, estas lesiones pueden llegar a convertirse en heridas que hacen que el paciente lo pase realmente mal, especialmente si es un niño.
Las irritaciones suelen aparecer en los brazos, las piernas, el abdomen o la cara.
Algo que preocupa a muchas familias es si la piel atópica llega a desaparecer.
La respuesta es que depende: en el 50% de los casos desaparece a partir de los 2-3 años y, en el 75%, al llegar la adolescencia.
Sin embargo, hay adultos que también la padecen y alternan periodos de mejoría con otros de brotes más graves.
¿Cuáles son las causas de la piel atópica?
Se piensa que la dermatitis atópica es una enfermedad de carácter hereditario. Pero no todo acaba ahí.
En las últimas décadas se ha observado que los casos son más elevados en los países occidentales y las ciudades. Esto nos lleva a pensar que una de las causas puede ser la exposición a los alérgenos y otros agentes externos.
Por otro lado, es muy habitual que esta enfermedad aparezca en los primeros meses de vida.
Si te preguntas cuál es la razón, es sencillamente que la piel de los adultos y los bebés es muy diferente:
- Desde que nacemos hasta pasados unos meses, la piel es un 30% más fina de lo normal. Por lo tanto es más sensible y todos los factores externos pueden afectar mucho más.
- El pH de la piel también es más débil, lo que provoca que puedan sufrir más irritaciones.
- Las hormonas de las mujeres embarazadas producen un exceso de sebo o grasa en la piel de los recién nacidos. El cuerpo es sabio y para contrarrestarlo, lo corrige pasando a la situación contraria: la sequedad de la piel.
- Los niños y bebés son más sensibles a los cambios de temperatura, algo que también produce una piel seca o irritada.
Estos motivos hacen que la hidratación de la piel sea un aspecto fundamental en los cuidados de higiene desde que el pequeño nace.
¿Cómo tratar la piel atópica?
Con el punto anterior hemos entendido muy bien por qué la piel sensible de los niños necesita una atención específica, y más cuando son pieles atópicas.
Ahora bien… ¿Cómo se trata una piel atópica y qué podemos hacer para evitar brotes?
Vamos a darte algunos consejos sobre lo que debes (y no debes) hacer para cuidar de tu pequeño con piel atópica.
#1 La piel atópica durante el baño
Si la hora del baño es importante para todos los bebés, lo es aún más para los que sufren de piel atópica.
Recordemos que estos pequeños tienen la piel muy irritada, con rojeces y pequeñas lesiones. Por eso debemos intentar que se sientan cómodos y tengan las menos molestias posibles.
Estos son los pasos que deben seguirse durante el baño:
- Baña al pequeño con agua templada, ni muy caliente ni completamente fría. Y no alargues el baño más de 10 minutos.
- Utiliza productos de cosmética natural infantil sin químicos, formulados específicamente para niños y aptos para piel atópica.
- Seca al niño con una toalla suave y sin frotar, dando pequeños toquecitos.
- Antes de que la piel esté completamente seca, aplica una buena loción corporal hidratante que la mantenga nutrida y protegida.
- Asegúrate de que el pequeño tenga las uñas bien cortadas para que no se lastime al rascarse las heridas. Después del baño es un buen momento para hacerlo.
- Por último, recuerda que un bebé con dermatitis atópica no necesita un baño diario. Con uno cada dos días es suficiente.
#2 La piel atópica en verano
Ya sabemos que la piel de los niños debe tener unos cuidados específicos en invierno y otros en verano.
En el caso de los pacientes que sufren de piel atópica, muchos notan que los brotes empeoran durante el verano.
Las razones son varias. El calor hace que sudemos y eso incrementa la irritación de la piel, los picores y por lo tanto, las heridas que surgen al rascarnos.
Por otro lado, la sequedad del verano, el cloro de las piscinas y la radiación solar son factores muy perjudiciales para la dermatitis y otras afecciones de la piel.
Si este es el caso de tu hijo o quieres estar preparado de cara al próximo verano, aquí tienes algunos consejos:
- Evita la exposición directa al sol en las horas más calurosas, de 11h-16h. Esta norma aplica para todas las pieles, pero en el caso de las atópicas mucho más.
- Utiliza un protector solar adecuado para la piel del bebé, que proteja de los rayos ultravioleta y no tenga químicos, alcohol ni fragancias sintéticas.
- En la medida de lo posible, evita las piscinas con cloro. Prioriza los baños en el mar o en piscinas con sal.
- Si aún así bañas a tu peque en una piscina con cloro, límpialo con agua inmediatamente al salir y sécalo con la toalla a toquecitos.
- Intenta que la arena de la playa no entre en las heridas y que estas estén siempre limpias y desinfectadas.
- No abuses del aire acondicionado, ya que reseca el ambiente y es muy perjudicial para las pieles secas o atópicas.
#3 Piel atópica: factores a evitar
Hemos hablado de algunos cuidados especiales que necesita la piel atópica.
Pero también es importante que sepas qué factores debes evitar si no quieres que la dermatitis de tu bebé empeore o aparezcan nuevos brotes.
Aquí van algunos:
- El contacto de la piel con productos químicos irritantes, como los productos cosméticos con alcohol, fragancias artificiales, detergentes, etc.
- Las temperaturas extremas, tanto frías como cálidas, y la sequedad del ambiente que provocan algunos climas o el uso de la calefacción.
- En algunos casos el desencadenante es una sustancia a la que el niño es alérgico. Es importante estar atento a los alimentos, al contacto con animales y a otros agentes externos como el polen, los ácaros o las gramíneas.
- Hay ciertas prendas que pican o irritan la piel. Para evitarlo, utiliza para el niño ropa cómoda y ligera, de algodón o lino.
- Recuerda mantener siempre las uñas del pequeño cortas y limpias. Los niños no entienden que no deben rascarse y al hacerlo con las uñas sucias o largas pueden infectarse las heridas.
Esperamos que estos consejos te ayuden a tratar la piel atópica
Hoy hemos hablado sobre qué es la piel atópica, cuáles son las causas por las que aparece y cómo tratarla.
Ahora tienes más información sobre la afección de tu hijo, o estás preparado en caso de que seas un futuro papá o mamá.
Esperamos que después de leer este post tengas más claras las causas de esta enfermedad y sepas exactamente cómo tratarla.
Todos son aptos para pieles atópicas y están probados en bebés y niños.
Nosotros te esperamos la semana que viene en el siguiente post.
¡Hasta pronto!