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5 cuidados de higiene que necesita un bebé recién nacido

Entre todos los cuidados que debemos otorgar a un recién nacido cuando llegamos a casa, uno de los más importantes es la higiene.

Mantener a nuestro bebé limpio, hidratado y fresco hará que se sienta calmado y tenga una mejor salud.

Cada piel es un mundo y, especialmente la de los pequeños, es muy sensible. Por lo tanto, no todo vale a la hora de utilizar ciertos productos.

En este post te contamos los 5 cuidados básicos de higiene que necesita un bebé y cómo utilizar los productos correctamente en cada parte del cuerpo.

¡Toma nota para tenerlo todo listo en casa!

 

¿Qué cuidados y productos de higiene necesita un recién nacido?

 

La piel de un bebé que acaba de nacer, no es como la de un adulto. El pequeño acaba de llegar al mundo y su piel debe adaptarse al entorno.

Por eso, necesita cuidados (y productos) específicos para cada parte de su cara y cuerpo.

En los primeros meses de vida es muy importante prestar atención a estos cuidados, para que en el futuro, su piel esté hidratada y no tenga problemas de salud.

Hoy vamos a ver 5 cuidados específicos de higiene que debemos darle al recién nacido, y qué productos tenemos que utilizar.

Por supuesto, ante todo lo primero es consultar al pediatra y seguir sus recomendaciones si surge alguna duda.

 

#1: Cómo bañar a un recién nacido

 

El baño es un momento íntimo, donde disfrutamos y compartimos un vínculo con el bebé.

Sin embargo, también puede convertirse en un suplicio si el bebé no se siente relajado.

Para que esto no pase, debemos seguir estas recomendaciones:

 

  • El baño debe ser diario, en su bañera para bebés si es posible.
  • El agua debe estar a una temperatura corporal normal, entre 34º y 36º. Puedes comprobarla con un termómetro para asegurarte.
  • El uso de gel o jabón no es necesario los primeros días, pero siempre que se utilice, debe ser un gel específico para pieles sensibles.
  • Podemos limpiar al bebé aplicando el gel en la mano o en una esponja suave; nunca aplicándolo directamente a la piel del bebé.
  • Una vez terminemos el baño, podemos secarlo con una toalla suave, con delicadeza pero dejando bien secos los pliegues, para evitar la aparición de hongos.

 

Es importante no sumergir por completo al bebé en el agua hasta que el cordón umbilical no se haya caído y haya cicatrizado.

Mientras tanto, podemos asearlo con una esponja, teniendo mucho cuidado con esa zona del cordón umbilical.

¡Una vez que podamos bañar a nuestro bebé, esta se convertirá en la rutina más especial del día!

 

#2: Cuidado del cabello

 

Durante la hora del baño, también debemos prestar una atención específica al cuidado del cabello del bebé.

Es recomendable utilizar un champú específico para bebés, sin parabenos ni fragancias y, a ser posible, con ingredientes 100% naturales.

Puede ser que, durante las primeras semanas, aparezca lo que se llama la costra láctea.

Estas son unas pequeñas escamas grises o blanquecinas, que pueden estar más o menos agarradas al cuero cabelludo.

Si esto ocurre, podemos aplicar aceite de almendras, vaselina o un producto específico. Lo dejaremos actuar unos minutos y después lo enjuagamos con agua y champú.

Al peinar al bebé, debemos tener cuidado de retirar la costra láctea sin dañar o irritar el cuero cabelludo. Podemos utilizar un cepillo con cerdas naturales y blandas.

Es importante no aplicar colonia en la cabeza del bebé, ya que esto podría irritar su piel.

Tampoco deberíamos utilizar un champú con perfume ni fragancias, ya que normalmente estas son sintéticas y llevan alcohol.

 

#3: Hidratación del bebé

 

Al terminar el baño y una vez que el bebé esté seco, es muy importante seguir una rutina de hidratación.

La piel del recién nacido es muy fina y sensible, puesto que todavía no ha desarrollado la capa protectora que tenemos los adultos.

Por eso, debemos cuidar que esté siempre fresca e hidratada, y no podemos hacerlo con cualquier producto.

Lo ideal es utilizar productos con aceites vegetales, como el de almendras, albaricoque o caléndula, que no tengan químicos, parabenos ni fragancias sintéticas.

Estos ingredientes pueden encontrarse tanto en el aceite de masaje como en la loción corporal específica para bebés.

El modo de uso debe ser aplicando siempre el producto primero en la mano y, después, en el cuerpo del bebé.

También podemos aprovechar este momento para realizar la técnica del masaje infantil, para aliviar molestias y estrechar vínculos con el bebé.

 

#4: Cómo limpiar la cara del bebé

 

Hasta ahora, hemos hablado de higiene para el cuerpo de un recién nacido. Pero el cuidado de la cara también requiere una atención aparte.

 

  • Los ojos: hay que observar si los ojos del bebé están produciendo mucosidad, lágrimas y legañas.
    Para retirarlas, podemos utilizar toallitas sin alcohol ni químicos.
    Puede ocurrir que el bebé llegue a tener conjuntivitis. Si es el caso, debemos consultar al pediatra.
  • Las orejas: tal vez hayas escuchado que el oído del bebé se limpia introduciendo un bastoncillo o la esquina de una toalla.
    Esto es un mito que ya se ha desmentido: al introducir estos objetos, podemos dañar el oído y causar heridas o infecciones.
    Solo debemos asegurarnos de que las orejas del recién nacido estén secas y limpias por fuera.
  • La boca y la lengua: incluso sin dientes, la boca del bebé tiene que estar limpia y aseada.
    Podemos hacerlo pasando un paño con agua por las encías y la lengua.
    Una vez que le empiecen a salir los dientes, la higiene puede complementarse con un cepillo de cerdas naturales y suaves.
  • La nariz: el mejor momento para asear la nariz del bebé es después del baño, ya que el agua caliente le ayuda a disolver la mucosidad.
    Se debe utilizar suero fisiológico, tumbando al bebé y girando su cabeza hacia un lado.

    Aplicaremos el suero primero en el orificio nasal superior. Después, giraremos la cabeza hacia el otro lado y repetiremos.

Es importante observar cada parte de la cara del recién nacido para detectar posibles alteraciones y consultar al pediatra lo antes posible.

 

#5: Algunos consejos extra

 

Para aplicar correctamente los cuidados de higiene al recién nacido, debemos tener en cuenta varios aspectos:

 

  • Solo debemos cortar las uñas del bebé cuando estén largas, siempre con una tijera de puntas redondas o con una lima suave.
    Unas uñas largas y sucias pueden producir arañazos, heridas o infecciones.
  • El área del culito también es de las más importantes para un recién nacido.
    Hay que prestar atención y cambiarles el pañal de forma constante, ya que se harán pis con frecuencia.
    Esta parte debe asearse con agua y jabón todos los días, para asegurarse de que no aparecen infecciones o irritaciones.
  • El cordón umbilical se desprende aproximadamente a los 10 días del nacimiento del bebé.
    Hasta entonces, debemos curarlo con alcohol del 70% y una gasa, además de mantenerlo limpio y seco.

 

Cuidar de la higiene de tu bebé es uno de los mejores regalos que puedes hacerle para que tenga una buena salud en el futuro.

Dedica un tiempo especial a estos aspectos cada día y consulta todas las dudas que tengas con un experto.

 

Cuida de la higiene de tu bebé y la de toda la familia

 

Los cuidados de higiene de un recién nacido son tan importantes como todos los demás.

La combinación de una piel sana con un buen descanso, alimentación y mucho amor, hará que tu bebé crezca fuerte y feliz.

Recuerda que todos los productos que utilices en sus primeros meses de vida, repercuten en el futuro de su salud.

Cuida siempre que sean productos con ingredientes naturales, que no dañen su piel sensible y la cuiden tanto como tú.

¿Ya lo tienes todo listo para la llegada del bebé? Si aún estás buscando este tipo de productos, puedes echarle un vistazo a nuestro catálogo de productos naturales.

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