Uno de nuestros valores desde que empezamos Blumma Cosmetics es la transparencia sobre los productos.
Queremos que las familias tengan toda la información sobre el producto y sean ellas las que decidan si se adapta a sus necesidades o no.
Por eso, desde el blog de Blumma nos hemos comprometido a ayudarte a entender todos los términos que se utilizan en cosmética.
En otros artículos lo hemos hecho analizando la lista de ingredientes de un champú infantil para que entiendas lo que estás comprando.
Pero hoy hablaremos de un tema más general.
Vamos a contarte qué es la cosmética bio, natural y ecológica y en qué se diferencian.
Estamos seguros de que cuando acabes el post lo tendrás mucho más claro.
Entre todos los sellos que encontramos en un producto de cosmética, uno de los más ambiguos para el consumidor es el de Bio.
Desde hace unos años, tanto productos de alimentación como de higiene han añadido esta señal en su etiqueta.
De hecho, ya es muy habitual ver estos productos en supermercados y grandes superficies.
Pero, ¿qué es la cosmética bio verdaderamente? ¿Es algo real y comprometido con la sostenibilidad o solamente un reclamo publicitario?
Para empezar, debes saber que la regulación en cuanto a productos de alimentación no es la misma que para productos de cosmética.
Mientras los productos Bio de alimentación están protegidos por ley y el término no puede utilizarse a la ligera, no ocurre lo mismo cuando hablamos de cosméticos.
En este caso, son entidades y organismos privados los que se encargan de desarrollar estas normativas.
En España, hablamos de sellos como BioVidaSana, Ecocert o Cosmebio, que tal vez hayas visto en algunas etiquetas.
Estos organismos son los que han desarrollado un criterio para identificar la cosmética Bio.
Los organismos reguladores a nivel europeo han definido los siguientes puntos que debe cumplir un producto para ser considerado cosmética Bio:
Es posible que estos puntos te suenen porque ya hemos hablado de ellos en otros artículos sobre qué es la cosmética natural, vegana o ecológica.
En el siguiente apartado vamos a analizar cada uno de ellos, para saber qué parecidos y diferencias tienen los distintos tipos de cosmética.
Ya hemos mencionado los puntos que los organismos reguladores consideran fundamentales para hablar de cosmética bio.
Seguro que te resultan familiares, porque muchos de ellos son comunes a otro tipo de cosmética.
Por eso, vamos a repasar cada uno y a comprobar cuáles tienen en común la cosmética bio, natural y ecológica.
Un producto de cosmética bio se compone de un 99% de ingredientes de origen natural.
Entre estos ingredientes encontramos los aceites vegetales, la manteca de Karité y otros componentes naturales.
Este es un elemento que comparten tanto la cosmética natural, como la bio y ecológica.
De hecho, es una de las bases de cualquier producto de cosmética natural.
Cualquier producto de cosmética natural, incluida la orgánica y bio, no debe contener ningún químico ni sustancia derivada del petróleo.
Aquí se incluyen las siliconas, parabenos y fragancias sintéticas propias de productos como el champú o gel de baño.
Estos componentes químicos son perjudiciales para la piel y el cuero cabelludo, ya que los dejan secos o incluso irritados.
En el caso de los niños el efecto de estos ingredientes es incluso peor, ya que pueden dañar la capa protectora que tienen desde que nacen hasta los 3 años.
Por eso, la mejor opción para cuidar la piel de los bebés son los productos naturales libres de cualquier sustancia dañina.
Sabemos que en cosmética bio no se pueden utilizar herbicidas ni abonos químicos al obtener la materia prima.
Esto es algo que tienen en común todas las formas de cosmética natural.
Ahora bien: solo podemos hablar de cosmética ecológica cuando, además, el procesado de esa materia prima se hace de forma tradicional.
Es decir, que el ingrediente no se expone a ningún proceso industrial ni químico para obtener el componente final.
Como ejemplo muy claro tenemos los aceites vegetales que se prensan en frío para poder conservar todas sus propiedades.
Para los consumidores, la ventaja es que el producto tendrá más efecto, al tener una cantidad de ingrediente más concentrada y pura.
Ningún producto de cosmética natural, ecológica o bio se puede testar en animales.
La cosmética natural no solo busca proteger la salud de los consumidores, sino también del planeta y los animales.
En cualquier caso, esta práctica está prohibida en Europa desde 2013, por lo tanto no debería existir en ningún producto de cosmética en general.
Diferente es que hablemos de la cosmética vegana, donde tampoco se añade ningún ingrediente de origen animal o sus derivados.
En definitiva: la cosmética bio no testa en animales, pero es posible encontrar ingredientes como la miel o la grasa de cerdo.
En este post hemos hablado sobre qué es la cosmética bio y en qué se diferencia de otras como la ecológica o la vegana.
Te recomendamos que apliques lo que has aprendido en tu próxima compra, para saber interpretar las etiquetas y poder tomar una buena decisión.
Recuerda que la información te da el poder de saber si lo que estás utilizando es bueno para tu salud o no.
Si no quieres comerte la cabeza leyendo etiquetas, ya sabes que en Blumma hacemos cosmética natural, vegana y de agricultura ecológica.
En nuestro catálogo de productos encontrarás toda la información sobre los ingredientes que los componen.
¡Esperamos que este artículo te haya servido y nos vemos en el próximo!
